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Amor y sexo con los muertos en la musica y la poesia

marzo 1, 2009 – 9:28 AM

Al hilo de la entrada sobre chicas guapas y cadaveres, el amigo Ari nos envía un poema del colombiano Julio Flórez Roa cantado por los cubanos Maria Teresa Vera y Lorenzo Hierrezuelo. Se titula Boda Negra.

* Boda Negra (de Mi Retiro y Otros Poemas)

Oye la historia que contóme un día
el viejo enterrador de la comarca:
era un amante a quien por suerte impía
su dulce bien le arrebató la parca.

Todas las noches iba al cementerio
a visitar la tumba de la hermosa;
la gente murmuraba con misterio:
es un muerto escapado de la fosa.

En una horrenda noche hizo pedazos
el mármol de la tumba abandonada,
cavó la tierra… y se llevó en los brazos
el rígido esqueleto de la amada.

Y allá en la oscura habitación sombría,
de un cirio fúnebre a la llama incierta,
dejó a su lado la osamenta fría
y celebró sus bodas con la muerta.

Ató con cintas los desnudos huesos,
el yerto cráneo coronó de flores,
la horrible boca le cubrió de besos
y le contó sonriendo sus amores.

Llevó a la novia al tálamo mullido,
se acostó junto a ella enamorado,
y para siempre se quedó dormido
al esqueleto rígido abrazado.

Y ya que estamos en plan necrofilo, os dejo también un perturbador poema de Jose Maria Fonollosa cantado por Albert Pla. La canción se titula No quise hacerle daño.

* WEST 13th STREET (No quise hacerle daño)

Esperé aquel momento muchos días.

Fue fácil deslizarme hasta su cuarto.
Su ventana cedió como un gruñido.
Mis pies no despertaron las alfombras.

Fue fácil deslizarse hasta su cama
y verla respirar. Hasta las sábanas
sentían el calor aquella noche.

No perjudica a nadie el acostarse.
Un poquito de amor no daña a nadie.
No le costaba nada haber cedido;
dejarse acariciar unos minutos.

No quise hacerle daño. Se lo dije
tapándole la boca con la mano.
Le dije que iba sólo a acariciarle.

No tenía por qué asustarse tanto.
Tuve que ahogar el grito de sus ojos.
Apreté demasiado. Lo lamento.

Estuvo bien, no obstante, aun tan inmóvil.

Por ultimo, Javier Tapia nos envía un poema del colombiano Claudio de Alas que el rockero venezolano Paul Gillman también convirtió en canción.

EL POEMA NEGRO

Cuando moría, me enlazó en su brazo
cual un reptil de palpitante raso,
y con voz afiebrada y lastimera,
me dijo que cual última terneza,
y en recuerdo de toda su belleza,
me dejaba su blanca calavera.

Que robara a la hambrienta sepultura
ese último jirón de su hermosura,
que una lívida amante me sería,
y en mis horas alegres o de duelo,
su alma, descendiendo desde el cielo,
al través de sus cuencas me vería.

Pasa el tiempo. El ave silenciosa
del recuerdo voló sobre su fosa,
llamándome a cumplir aquel pedido,
que cual lúgubre flor de sus amores,
me dejó en los postreros estertores,
temerosa a los lutos del olvido.

Y era una noche. Oscuridad y viento;
la lluvia desgarrando el firmamento;
batida en sus ramajes la espesura;
los jardines tronchados y barridos;
y del mar, el estruendo y los rugidos
resonando a lo lejos con bravura.

Ardiente el corazón, los miembros yertos,
escalé la muralla de los muertos;
y pensando en la súplica postrera
de esa lívida novia del misterio,
me perdí en el profundo cementerio,
porque iba a robar su calavera.

Por las calles desiertas y medrosas,
buscando en los letreros de las fosas,
llegué hasta su sepulcro solitario.
El viento en los cipreses sollozaba,
y la lluvia furiosa me azotaba
cual queriendo arrojarme del osario.

De una lámpara sorda, bajo el brillo,
su mármol quebranté con un martillo.
Cual fatídico abismo, negro y hondo,
de la tumba la puerta entenebrida
abierta contemplé…¡De entre su fondo
brotó una bocanada corrompida!

Y en lo profundo de la negra caja,
entre blancos jirones de mortaja,
la miré desleída y pestilente:
sepultadas sus formas y sus manos
entre olas hirvientes de gusanos
que tragaban su carne lentamente.

En sus sienes, mechones de cabellos…
sus ojos, ¡ay!, como ningunos bellos,
convertidos en cuencas pavorosas;
en su boca, que fue roja granada,
una muda y horrible carcajada,
y su pecho en piltrafas asquerosas.

De su belleza, que radió cual astro,
no había allí tan siquiera un rastro.
Era un informe y corrompido andrajo.
La miré contristado, mudo, inerte;
medité en los festines de la muerte
y me hundí en el sepulcro abierto a tajo.

Temblorosas, tendiéronse mis manos
al inmenso hervidero de gusanos.
Busqué de la garganta las junturas,
nervioso retorcí. Hubo traquidos
de huesos arrancados y partidos,
hasta que hollando vi las sepulturas.

Huí miedoso entre las sombras crueles,
creyendo que los muertos, en tropeles,
levantaban su forma descarnadas
corriendo a rescatar su calavera,
esa yerta y silente compañera
de la lóbrega noche de la nada.

Eso pasó, fue ayer. Hoy, en mi mesa,
cual escombro final de su belleza,
helada, muda, lívida e inerte,
sobre mis libros en montón reposa,
cual una gigantesca y blanca rosa.
¡Que ostentosa la risa de la muerte!

Sus grandes cuencas, como dos cavernas,
me contemplan inmóviles y eternas.
Atónito, al mirarlas me figuro
que su alma tal vez huya del cielo
para triste, silente y con anhelo,
mirarme allá, desde su fondo oscuro.

Entonces con amor llego hasta ella,
y cual si fuera cuando viva y bella,
por sus huesos mi mano se desliza:
siento de ansia el corazón opreso,
y en el instante en que le doy un beso,
me encuentro, ¡ay!, con su macabra risa.

Y allá, de la alta noche, cuando escribo,
ante su faz sintiéndome cautivo,
me parece que se abren sus quijadas
y que en frases muy tiernas, temblorosas,
me pide que le diga blandas cosas,
como en noches amantes y borradas.

Y soñando, la veo transformarse
en la bella de entonces, y acercarse,
y sentirme yo suyo, y ella mía…
mas al instante mi pupila advierte
que no es sino la imagen de la muerte,
que me contempla estática y sombría.

Ya llevan mucho tiempo estos amores…
es ella quien conoce mis dolores,
los sueños todos de mi vida entera.
Ella me da la desnudez que viste,
y yo el cariño de mi alma triste,
teniéndola de novia hasta que muera.

Y cuando rompa de la vida el lazo,
cual ella a mí, la enlazará mi brazo,
y antes que en mi redor todo sucumba,
le diré como frase postrimera:
-¡Acompáñame, pobre calavera;
acompáñame, amada, hasta la tumba!


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  1. 16 Responses to “Amor y sexo con los muertos en la musica y la poesia”

  2. Para dichas cuestiones Poe se pinta solo, y como muestra basta mencionar el poema de Annabel Lee: http://www.poemhunter.com/poem/annabel-lee/

    Que luego fue adaptado por Radio Futura: http://www.youtube.com/watch?v=BuZMhbU5TPY

    By ceyusa on Mar 1, 2009 at 10:45 AM

  3. El segundo poema más que perturbador es una especie de disculpa por violarte y matarte en el intento??????…eso no es perturbador…

    By Zirt on Mar 1, 2009 at 4:33 PM

  4. Where The Wild Roses Grow, de Nick Cave con Kyle Minoge (en realidad primero escuché la versión de Fusspils 11 Wo die wilden Rosen blumen).

    By Schattenmann on Mar 1, 2009 at 5:38 PM

  5. Excelente selección,me encantó…un saludo Inner!!

    By aimeé on Mar 1, 2009 at 6:11 PM

  6. yeah!! puras canciones romanticas. Una cosa es follar carne pero eso de los huesos debe ser un tanto complicado

    By psickness on Mar 1, 2009 at 6:26 PM

  7. Carne, Huesos y Tú, versión Alaska con Sober…

    By Srta.Marta on Mar 1, 2009 at 9:47 PM

  8. pues si que ha de ser dificil hacerselo con los huesos, eso de necrofilia simplemente no me gusta para nada…

    aunque tengo que admitir que el segundo me ha encantado

    By leo estupido on Mar 1, 2009 at 11:08 PM

  9. hola hola, hemos encontrado este sitio…

    y como nos hemos cagado de risa al leer todod los post jajajajajajajajajajajaja

    hasta que encontramos gente ociosa como nosotros jajajajajajaja

    el primer poema esta genial… pero los de Poe son mas hermosos… les re comiendo el libro Las Flores del Mal de Charles Baudelaire…

    saludos desde México…

    sale!!!

    By Yram Cobain on Mar 2, 2009 at 12:04 AM

  10. La primera canción de bodas negras la habia oido muchas veces pero nunca en esa versión, siempre la habia oido con Julio Jaramillo aqui les dejo un link de youtube con Julio Jaramillo.

    http://www.youtube.com/watch?v=2iOEuJNiLDc

    En lo personal me gusta mas la versión de Julio pero como sea la letra es bastante perturbadora.

    By Gusabio on Mar 2, 2009 at 5:16 AM

  11. Hola inner… aqui esta la canción del poema que te mande…

    http://www.youtube.com/watch?v=huMSXp-1kgM

    By Jet on Mar 2, 2009 at 2:49 PM

  12. Wow, no soy adepta a la necrofilia, pero no conocia los poemas y me han parecido hermosos, particularmente el de Claudio de Alas. Saludos desde Mexico.

    Excelente blog Inner, en horabuena.

    By Chivita on Mar 2, 2009 at 8:40 PM

  13. gracias, Jet

    he añadido el enlace en la entrada

    saludos

    By Inner on Mar 3, 2009 at 7:55 AM

  14. No, no, la versión buena de Boda Negra, que fue un bombazo discográfico, fue la titulada «Raskayú», de Bonet de San Pedro. «Raskayú, cuando mueras qué harás tú», es un estribillo añadido a este poema, así queda mucho más movido y pegadizo.

    By Oz también on Mar 3, 2009 at 8:57 AM

  15. el Raskayú es muy cutre, oz

    lo dejo aki de todas formas

    http://www.youtube.com/watch?v=prdZ0UfdMbI

    By Inner on Mar 3, 2009 at 10:01 AM

  16. Simplemente escalofrianteeeeeeee!!!! mas el segundo poema la vos del tipo q canta es impresionantemente macabra… a lo q cometa mi paisano sobre el libro de las flores del mal les recomiendo el poema de TODA ENTERA es muy bueno no recuerdo la pagina creo q es la 59 pero si leanlo y comprenlo para aquellos q gustan de temas sucios pero poético esta es buen libro….Saludos

    Y q VIVA MËXICOOOO!!!

    By mirix on Mar 10, 2009 at 1:40 AM

  17. Misteriosa de los caramelo de cianuro

    By Fred on Mar 21, 2009 at 4:18 PM

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