Inner, El Pendejo

Follarme a un trío de niñatas meonas

Querido lector.

Mis amigos plebeyos, que tenerlos los tengo, me habían advertido en cierta ocasión que las jovencitas de hoy en día, cuando salen de fiesta durante las noches de fin de semana, no demuestran ninguna clase de pudor a la hora de bajarse las bragas en plena vía publica para miccionar si la vejiga les pide una urgente evacuación. Les comenté entonces que aun cuando se escondan entre los coches, o tras contenedores de basura, o en corrillos que sus amigas formen con el propósito de proteger a la meona de miradas indiscretas, o doquiera que sea, tal comportamiento no me parecía nada digno de una señorita, pues la calle no deja de ser un espacio público.

El caso es que hace unos días participe en una popular romería en honor de la patrona de mi augusta villa, en la que los devotos tuvimos que compartir la fiesta con esa clase de niñatos descarriados que aprovechan cualquier celebración para beber sin control y trapisondear. Y fue al pasar por un tramo del recorrido, subiendo hacia la ermita, cuando tuve que ver en un apartado del camino a tres jovencitas en cuclillas, con las bragas bajadas, expulsando de sus aireados potorros unos chorros de orín que borboteaban al contacto con el polvoriento suelo… meando, que diríamos. No pude evitar quedarme mirándolas totalmente sorprendido y desconcertado, tras lo cual las tres muchachas me dedicaron al unísono un amistoso saludo con la mano. La única respuesta que se me ocurrió darles fue: “Que tengan ustedes una placentera meada, señoritas”, que hube de balbucear ridículamente a la vez que les devolvía el saludo con un cortes movimiento de cabeza.

Y ahora pregunto yo: si hubiera decidido desinhibirme y dejar mis actos al arbitrio de mis necesidades al igual que tales jovencitas ¿tendría que habérmela cascado delante de ellas y correrme en sus caras, así agachadas como estaban, simplemente porque mis huevos se preñaron de amor al ver las tetas que tenía la de la izquierda? O mejor aun ¿tendría que haberles metido el rabo hasta la garganta para que me ayudaran a descargar de tensión mis hinchados cojones? ¿Qué tienen que decir a esto las feministas que nos reprenden a los varones ante la más mínima demostración de comportamiento instintivo por nuestra parte?

Permitame finalmente saludar a su puta madre, como de costumbre, de parte de un ingeniero bien posicionado.

PD1: Dedicado a La Puta y El Patán (Zinguarra y CaraWater), la pareja de imbéciles pueblerinos más retrógrada del IRC.
PD2: Esta misiva fue enviada a la seccion El Replicante de Yonkis.com, y obtuvo una cumplida respuesta en la Edicion nº24.

Tags: adolescentes y niñatas, cartas, meonas, mujeres meando
Posted in Articulos Gloriosos y Relatos Propios

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